Pensar que un hasta siempre puede ser un hasta luego. Darse cuenta de que todos los secretos se acaban convirtiendo en promesa.
Dejar correr el tiempo que el sabra lo que os mereceis, lo que necesitais. No os impacienteis, todo llega, tarde o temprano. Siempre despues de unos cuantos cabrones aparece el que merece la pena.
El tiempo pasa y con él las dudas vienen y van. Cientos de personas entran en tu vida y a pesar de todo, lo más probable es que algún día salgan de ella, así, sin más. Sentimientos tan fugaces como los besos que me diste, como cada segundo, minuto e incluso año de nuestra insignificante existencia, como cada lágrima que resbala por nuestras mejillas en los momentos de soledad. Pero también cabe la posibilidad de que permanezcan ahí por siempre. Sin una sola duda, sin ningún tipo de rencor. Entonces, habrás comprendido que el amor verdadero, dura para siempre.